FONATUR
Órgano Interno de Control

A todo el personal de FONATUR y Empresas Filiales:

INSTITUTO NACIONAL DE LAS MUJERES  (INMUJERES)

PROGRAMA DE CULTURA INSTITUCIONAL

Mensaje Del Secretario de La Función Pública

 

Entre los compromisos y objetivos del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, está la instrumentación de acciones para fortalecer la transparencia y el combate a la corrupción; la generación de condiciones que hagan posible la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, así como la erradicación de la discriminación que impide que millones de mexicanas y mexicanos puedan vivir mejor.

 

La discriminación por género o raza, o hacia personas con discapacidad o preferencia sexual o religión distinta a la nuestra, es una manifestación más de la corrupción. Ambos fenómenos registran los mismos orígenes y tienen efectos equivalentes en la sociedad. Porque la discriminación, al igual que la corrupción, se alimenta de la ignorancia, se sostiene de los prejuicios y persiste gracias a la violación a las leyes y a las reglas más elementales de justicia y convivencia social; ambos problemas acrecientan la desigualdad, acentúan la pobreza, deterioran la cohesión y la confianza entre los integrantes de una comunidad y representan obstáculos materiales para el perfeccionamiento de nuestra democracia y de nuestro desarrollo político, social y humano.

 

Estudios del Banco Mundial muestran que en aquellos países donde la participación y presencia política de la mujer es más amplia, hay menos corrupción y se diseñan más y mejores políticas con orientación social. Esto demuestra que una mayor igualdad, una sociedad en la que la discriminación se previene y se evita, en la que las diferencias y criterios de injusticia e inequidad que provienen de prejuicios arbitrarios, se convierte irremediablemente en una sociedad más justa, próspera y transparente.

 

El combate a la discriminación también se vincula con la obligación del Estado de asegurar la transparencia y la rendición de cuentas. Ambos valores se complementan, pues la ciudadanía no podría evaluar la actuación de su gobierno y asegurar la rendición de cuentas en materia de equidad si no cuenta con el derecho a conocer y valorar con información confiable y oportuna el desempeño de sus gobernantes. Sin transparencia, sin que el o la ciudadana pueda conocer los motivos, las razones y las decisiones del gobierno, no puede existir rendición de cuentas.

 

El derecho a la igualdad requiere de transparencia para ejercerse de forma plena, porque si bien la igualdad ante la ley está reconocida en la Constitución, también requiere divulgarse para ser comprendido y defendido por la sociedad.

 

Más allá del sustento legal, el combate a la discriminación, a los prejuicios y a la inequidad está intrínsecamente relacionado con la esencia de nuestra cultura y de nuestros ideales. México es una nación construida en torno a un ideal de integración entre razas y mestizaje; también fue uno de los primeros países en el continente en abolir la esclavitud. La aceptación de los demás, la igualdad, la convivencia pacífica en la diferencia, en el respeto al derecho ajeno, es lo que nos hace ser mexicanas y mexicanos.

 

Para contribuir al cumplimiento de estos ideales, consignados en los ejes asociados al Estado de Derecho, Seguridad e Igualdad de Oportunidades del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, la Secretaría de la Función Pública ha establecido una alianza estratégica con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) para combatir la discriminación y asegurar la equidad de género en la Administración Pública Federal. Trabajamos juntos bajo la premisa de que el diseño y el análisis de las políticas públicas desde una perspectiva de género, permitirá tener un gobierno que responda con eficiencia y resultados a las necesidades y demandas ciudadanas de mujeres y hombres.

 

Las instituciones públicas deberán trabajar para transformarse, hasta llegar a instituirse como verdaderos aliados al servicio de la ciudadanía. Con el Programa de Cultura Institucional, iniciamos la transformación de las instituciones que, de manera formal e informal, han reproducido los roles de género que inciden en la desigualdad y cuyo impacto repercute negativamente en el éxito de las políticas públicas, así como en los bienes y servicios públicos que la población recibe.

 

El Programa de Cultura Institucional implica la corresponsabilidad de todas y cada una de las dependencias y entidades que conforman la Administración Pública Federal. De ahí la exigencia de no sólo sumar esfuerzos, voluntades y recursos, sino de fomentar todos los días la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres, para darle a la ciudadanía un mejor servicio público.

 

Necesitamos servidoras y servidores públicos dispuestos y motivados a hacer su parte para cerrar la brecha que separa nuestros ideales mexicanos de igualdad y de justicia, y la promesa de una mejor sociedad que subyace en esos ideales, con la realidad imperfecta en la que vivimos.

La participación de cada instancia gubernamental y de cada servidor público es muy importante. Si descuidamos esta responsabilidad, si desde el gobierno y si en el gobierno se tolera la discriminación, no será posible aspirar a la igualdad de trato y de oportunidades, a la igualdad de todas y todos los ciudadanos en su relación frente al gobierno y a la igualdad ante la ley, y por lo tanto, a la libertad, la democracia y la justicia, se convertirán en un sueño inalcanzable para la mayoría de las y los mexicanos.

 

Nuestro reto principal es romper las barreras de la ignorancia y el prejuicio y sentar las bases de un mejor futuro, en el que la corrupción y la discriminación sean parte de nuestro pasado y no de nuestro destino.

 

Salvador Vega Casillas